El poder de la alegría



Es importante ser personas de ideas claras y creencias firmes. Es necesario buscar, a pesar de las dificultades, mantener un valor fundamental en la vida que permita renovar los sueños y las esperanzas. Ese valor tan importante, es el valor de la alegría.

 Aunque las preocupaciones sean grandes o pequeñas, siempre encontraremos una excusa para no ser felices, siempre encontraremos una situación que pretenda arrebatarnos la alegría,  por lo tanto, ser felices y estar alegres es una decisión.

La alegría es un estilo de vida. No dejes que nada ni nadie te quite tu alegría; solo ocúpate de vivir bien el momento, sé tú mismo sin miedo, porque nadie es perfecto y nadie tiene una vida perfecta. 

La base de la alegría es estar  agradecidos por lo que tenemos, dando gracias por lo bueno que nos  pasa y dejando atrás las situaciones  que no podemos controlar.  Deja en manos del tiempo, de la vida o de Dios  la solución para aquellas situaciones que se te escapan de las manos.


Brilla en la luz de tu propio rayo

Todos somos un rayo y cada quien debe vivir bajo la luz de su propio rayo; esto significa que todas las personas tienen sus virtudes y sus defectos, sus alegrías y  tristezas, sus victorias y sus derrotas. No te compares ni envidies a nadie, porque cada quien vive su propia lucha diaria por superar las dificultades.

 Todos tenemos la posibilidad, con nuestras alegrías de ser luz para los demás. Sé tú mismo, viniste al mundo a ser tú, no la copia de nadie. La famosa actriz de cine Audrey Hepburn solía decir: “Las personas felices son las más hermosas”, así que nunca subestimes el poder de alegría, porque no hay nada más hermoso que una persona capaz de ser quien es y de mantener su alegría a pesar de todo.




Algunas personas creen que la alegría consiste en tener y amontonar cosas, pero la verdadera alegría está en el dar, en dar sin medida, sin esperar nada a cambio, porque quien da, tiene la certeza de que el amor que brinda, siempre da fruto, aunque no lo vea en el mismo instante; porque siempre, el amor renace y el que da, es capaz de ver la belleza de la vida, la belleza de todo lo que le rodea. 

Lo más importante que puedes hacer es dar a los demás una clase de regalos, que a veces en este mundo ajetreado, la gente necesita más que un regalo material: da un saludo con el corazón, da una sonrisa y ayuda a todo aquel que puedas porque dar es la alegría más grande.

Mantén una mirada sencilla hacia todos, sin esperar algo de ellos, actúa libremente solo dando lo mejor de ti,  al dar  alegría esa felicidad se extiende a todos los que pasan a tu lado y recibes amor.

El amor llama al amor y el que da con el corazón experimenta una alegría inexplicable, nueva; porque no hay mejor forma de gastar la vida, de vivir los días, que amando y dando lo mejor de nosotros mismos, sin medias tintas, viviendo cada día como si fuera el último, porque nunca sabemos lo que puede pasar.
             
Eres afortunado de ser quien eres, de tener lo que tienes, vive amando, dando alegría para que, como solía decir la escritora Chiara Lubich, no te tengas que arrepentir un día de haber amado demasiado poco.




Daniela Chango

@danichango92




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